¿En cuántas dimensiones podemos dividir al ser humano? En IHI, desde un enfoque de medicina integrativa, nos proponemos abordarlas todas.
La medicina integrativa es una manera de cuidar la salud que une lo mejor de la medicina convencional con terapias naturales y complementarias, siempre poniendo en el centro a la persona y no solo a la enfermedad. A diferencia de la medicina tradicional, que suele enfocarse en aliviar síntomas, nuestro enfoque busca también prevenir, comprender las causas y acompañar a cada paciente en todas sus dimensiones: cuerpo, mente, emociones y espíritu.
Lo valioso de nuestro método es que combina la ciencia de la medicina occidental con la sabiduría de la medicina oriental: por ejemplo, alguien con dolor puede recibir el tratamiento médico necesario y, al mismo tiempo, apoyarse en acupuntura, meditación, psicoterapia o nutrición consciente para sentirse mejor de manera integral. Así logramos un cuidado más humano, completo y transformador.
Otra característica distintiva de IHI es su enfoque en el autocuidado y empoderamiento del paciente. Buscamos que la persona sea parte activa en su proceso de tratamiento, brindándole herramientas y estrategias para que pueda mantener su salud a largo plazo.
Queremos proporcionar servicios de medicina integrativa que aborden de manera holística la salud y el bienestar, combinando enfoques occidentales y orientales para promover la sanación integral de las personas.
Buscamos innovar en la medicina y ser líderes en medicina integrativa, ofreciendo soluciones que mejoren la calidad de vida de quienes nos consultan.
Cada dimensión de la persona está íntimamente conectada con las demás: lo físico influye en lo emocional, las emociones repercuten en lo psicológico, y la vivencia espiritual da sentido y fortaleza a todo el proceso vital. Un desequilibrio en el cuerpo puede afectar el ánimo; una carga emocional puede manifestarse en síntomas físicos; y la falta de propósito puede debilitar la mente y el sistema inmunológico. Así, ninguna dimensión existe aislada, sino que todas se entrelazan en un tejido dinámico donde el bienestar integral depende del cuidado y la armonía de cada una de ellas.
Si tu problemática no se encuentra en esta lista, no dudes en consultarnos.
Uno de los ejes en los cuales nos centramos los profesionales de IHI es el trauma. Este se suele entender como un acontecimiento grave que le sucede a la persona, cuando en realidad, es algo mucho más amplio y complejo.
Un trauma no es lo que nos sucede, sino lo que ocurre internamente después de una experiencia afectiva intensa. Cuando hablamos de trauma, hablamos de las huellas emocionales que quedan ancladas en nuestros cuerpos tanto después de grandes sucesos vitales, como a partir de la acumulación de varias vivencias. Aquí interviene la subjetividad de cada uno ya que, el trauma no es el hecho, sino cómo la persona lo ha vivido y el efecto que aquello tiene.
En IHI, vamos hacia esas huellas y a su impacto a nivel emocional, físico, psicológico, social y espiritual.
Integrando diversas técnicas tales como:
Desde siempre me ha acompañado una curiosidad profunda por la vida y por las personas en todas sus dimensiones.
Estudié Medicina en la Universidad de Buenos Aires (Argentina) y, siguiendo mi vocación de acompañar a lo largo de todas las etapas vitales, me especialicé en Medicina Familiar y Comunitaria.
Muy pronto descubrí que aspectos esenciales como el dolor, la muerte y el cuidado empático estaban poco atendidos. Esa experiencia me llevó a especializarme en Cuidados Paliativos, donde aprendí que cuidar significa tanto aliviar síntomas como ofrecer presencia y dignidad y reflexione en profundidad sobre la vida y sus alcances.
Tras más de diez años de ejercer la medicina convencional, mi curiosidad y mis propias experiencias personales de enfermedad me llevaron a explorar nuevos caminos. Al acercarme a distintas terapias complementarias y experimentarlas en mí misma, comprendí su valor transformador. Esa vivencia me inspiró a integrarlas en mi práctica clínica para poder ofrecer a mis pacientes lo que a mí me había ayudado.
Por eso me he formado y trabajado con herramientas como acupuntura, auriculoterapia, terapia craneosacral, terapia neural, craneopuntura, suplementación con plantas, vitaminas y micronutrientes, abordaje de la microbiota, micoterapia reiki y mindfulness.
Hoy mi práctica se basa en:
Soy terapeuta bilingüe y trabajo con personas de todo el mundo desde un enfoque integrativo. Cuento con grado y máster en Psicología, y mi pasión es acompañar a quienes desean liberarse de condicionamientos que limitan su vida, para que puedan habitarse desde su yo más auténtico. Mi objetivo es crear espacio para una vida significativa, en la que acciones, pensamientos y emociones estén en armonía.
Me he especializado en trauma, EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares), vínculos problemáticos, psicosomática, hipnosis clínica, cromoterapia y técnicas de alivio del dolor. Siempre trabajo desde una mirada integral y holística, considerando a la persona en el contexto de sus relaciones y su historia.
En lo personal, nací en Suecia y he vivido en Dinamarca, Sudáfrica, Australia, Estados Unidos, Argentina, Chile y España. Esta experiencia multicultural me ha permitido comprender la diversidad de formas de ser y relacionarse, y me ha enseñado a valorar la riqueza y complejidad de lo humano.
Mi interés por el trauma surgió de mi propia experiencia: el haber atravesado dolor me mostró la importancia de emprender un proceso profundo de autoconocimiento y liberación emocional. Fue así como descubrí que, muchas veces, los síntomas físicos, emocionales y psicológicos tienen raíces más hondas de lo que solemos imaginar. Creo que aún se habla poco del trauma, y sin embargo, reconocerlo es clave para lograr cambios verdaderamente transformadores y duraderos.
Desde mi perspectiva, no se trata de “eliminar” los problemas, sino de trabajar lo que resulta significativo para cada persona en el momento vital en el que se encuentra. Siempre habrá aspectos del pasado, pero lo esencial es atender aquellos que siguen resonando en el presente, para poder construir un futuro con propósito, plenitud y disfrute.
Soy médico cirujano, especializada en Medicina y Salud Laboral, y en Urgencias y Atención Primaria. Además realicé estudios en neurociencia, lo que me permitió comprender mejor al ser humano.
En mi práctica descubrí que detrás de muchos síntomas hay una historia más amplia, y que atenderla requiere algo más que un tratamiento puntual. Por eso utilizo herramientas de la medicina integrativa, como la psicosomática, la alimentación antiinflamatoria, la gestión emocional y el abordaje del estrés.
Para mí, acompañar no significa solo aliviar, sino caminar junto a cada persona en su proceso de transformación, ayudándola a ser protagonista activa de su salud y a encontrar el bienestar que nace cuando nos sentimos realmente escuchados y sostenidos.
Como psicóloga especializada en Psicoterapia Gestáltica, trabajo desde un enfoque psicocorporal, integrando palabra, cuerpo y creatividad, siempre con perspectiva de género. Creo en la importancia de ofrecer un espacio seguro y libre de prejuicios, donde cada persona pueda expresarse con libertad y a su propio ritmo.
Acompaño procesos de transformación a través de la terapia, incorporando recursos como la meditación, el movimiento y el lenguaje simbólico (como las imágenes y el Tarot, desde una mirada junguiana).
Mi propósito es acompañarte en el camino de (re)conocerte, darle sentido a tu experiencia y construir una vida más auténtica y plena.
¿En cuántas dimensiones podemos dividir al ser humano? En IHI, desde un enfoque de medicina integrativa, nos proponemos abordarlas todas.
La medicina integrativa es una manera de cuidar la salud que une lo mejor de la medicina convencional con terapias naturales y complementarias, siempre poniendo en el centro a la persona y no solo a la enfermedad. A diferencia de la medicina tradicional, que suele enfocarse en aliviar síntomas, nuestro enfoque busca también prevenir, comprender las causas y acompañar a cada paciente en todas sus dimensiones: cuerpo, mente, emociones y espíritu.
Lo valioso de nuestro método es que combina la ciencia de la medicina occidental con la sabiduría de la medicina oriental: por ejemplo, alguien con dolor puede recibir el tratamiento médico necesario y, al mismo tiempo, apoyarse en acupuntura, meditación, psicoterapia o nutrición consciente para sentirse mejor de manera integral. Así logramos un cuidado más humano, completo y transformador.
Otra característica distintiva de IHI es su enfoque en el autocuidado y empoderamiento del paciente. Buscamos que la persona sea parte activa en su proceso de tratamiento, brindándole herramientas y estrategias para que pueda mantener su salud a largo plazo.
Queremos proporcionar servicios de medicina integrativa que aborden de manera holística la salud y el bienestar, combinando enfoques occidentales y orientales para promover la sanación integral de las personas.
Buscamos innovar en la medicina y ser líderes en medicina integrativa, ofreciendo soluciones que mejoren la calidad de vida de quienes nos consultan.
Cada dimensión de la persona está íntimamente conectada con las demás: lo físico influye en lo emocional, las emociones repercuten en lo psicológico, y la vivencia espiritual da sentido y fortaleza a todo el proceso vital. Un desequilibrio en el cuerpo puede afectar el ánimo; una carga emocional puede manifestarse en síntomas físicos; y la falta de propósito puede debilitar la mente y el sistema inmunológico. Así, ninguna dimensión existe aislada, sino que todas se entrelazan en un tejido dinámico donde el bienestar integral depende del cuidado y la armonía de cada una de ellas.
Si tu problemática no se encuentra en esta lista, no dudes en consultarnos.
Uno de los ejes en los cuales nos centramos los profesionales de IHI es el trauma. Este se suele entender como un acontecimiento grave que le sucede a la persona, cuando en realidad, es algo mucho más amplio y complejo.
Un trauma no es lo que nos sucede, sino lo que ocurre internamente después de una experiencia afectiva intensa. Cuando hablamos de trauma, hablamos de las huellas emocionales que quedan ancladas en nuestros cuerpos tanto después de grandes sucesos vitales, como a partir de la acumulación de varias vivencias. Aquí interviene la subjetividad de cada uno ya que, el trauma no es el hecho, sino cómo la persona lo ha vivido y el efecto que aquello tiene.
En IHI, vamos hacia esas huellas y a su impacto a nivel emocional, físico, psicológico, social y espiritual.
Integrando diversas técnicas tales como:
Desde siempre me ha acompañado una curiosidad profunda por la vida y por las personas en todas sus dimensiones.
Estudié Medicina en la Universidad de Buenos Aires (Argentina) y, siguiendo mi vocación de acompañar a lo largo de todas las etapas vitales, me especialicé en Medicina Familiar y Comunitaria.
Muy pronto descubrí que aspectos esenciales como el dolor, la muerte y el cuidado empático estaban poco atendidos. Esa experiencia me llevó a especializarme en Cuidados Paliativos, donde aprendí que cuidar significa tanto aliviar síntomas como ofrecer presencia y dignidad y reflexione en profundidad sobre la vida y sus alcances.
Tras más de diez años de ejercer la medicina convencional, mi curiosidad y mis propias experiencias personales de enfermedad me llevaron a explorar nuevos caminos. Al acercarme a distintas terapias complementarias y experimentarlas en mí misma, comprendí su valor transformador. Esa vivencia me inspiró a integrarlas en mi práctica clínica para poder ofrecer a mis pacientes lo que a mí me había ayudado.
Por eso me he formado y trabajado con herramientas como acupuntura, auriculoterapia, terapia craneosacral, terapia neural, craneopuntura, suplementación con plantas, vitaminas y micronutrientes, abordaje de la microbiota, micoterapia reiki y mindfulness.
Hoy mi práctica se basa en:
Soy terapeuta bilingüe y trabajo con personas de todo el mundo desde un enfoque integrativo. Cuento con grado y máster en Psicología, y mi pasión es acompañar a quienes desean liberarse de condicionamientos que limitan su vida, para que puedan habitarse desde su yo más auténtico. Mi objetivo es crear espacio para una vida significativa, en la que acciones, pensamientos y emociones estén en armonía.
Me he especializado en trauma, EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares), vínculos problemáticos, psicosomática, hipnosis clínica, cromoterapia y técnicas de alivio del dolor. Siempre trabajo desde una mirada integral y holística, considerando a la persona en el contexto de sus relaciones y su historia.
En lo personal, nací en Suecia y he vivido en Dinamarca, Sudáfrica, Australia, Estados Unidos, Argentina, Chile y España. Esta experiencia multicultural me ha permitido comprender la diversidad de formas de ser y relacionarse, y me ha enseñado a valorar la riqueza y complejidad de lo humano.
Mi interés por el trauma surgió de mi propia experiencia: el haber atravesado dolor me mostró la importancia de emprender un proceso profundo de autoconocimiento y liberación emocional. Fue así como descubrí que, muchas veces, los síntomas físicos, emocionales y psicológicos tienen raíces más hondas de lo que solemos imaginar. Creo que aún se habla poco del trauma, y sin embargo, reconocerlo es clave para lograr cambios verdaderamente transformadores y duraderos.
Desde mi perspectiva, no se trata de “eliminar” los problemas, sino de trabajar lo que resulta significativo para cada persona en el momento vital en el que se encuentra. Siempre habrá aspectos del pasado, pero lo esencial es atender aquellos que siguen resonando en el presente, para poder construir un futuro con propósito, plenitud y disfrute.
Soy médico cirujano, especializada en Medicina y Salud Laboral, y en Urgencias y Atención Primaria. Además realicé estudios en neurociencia, lo que me permitió comprender mejor al ser humano.
En mi práctica descubrí que detrás de muchos síntomas hay una historia más amplia, y que atenderla requiere algo más que un tratamiento puntual. Por eso utilizo herramientas de la medicina integrativa, como la psicosomática, la alimentación antiinflamatoria, la gestión emocional y el abordaje del estrés.
Para mí, acompañar no significa solo aliviar, sino caminar junto a cada persona en su proceso de transformación, ayudándola a ser protagonista activa de su salud y a encontrar el bienestar que nace cuando nos sentimos realmente escuchados y sostenidos.
Como psicóloga especializada en Psicoterapia Gestáltica, trabajo desde un enfoque psicocorporal, integrando palabra, cuerpo y creatividad, siempre con perspectiva de género. Creo en la importancia de ofrecer un espacio seguro y libre de prejuicios, donde cada persona pueda expresarse con libertad y a su propio ritmo.
Acompaño procesos de transformación a través de la terapia, incorporando recursos como la meditación, el movimiento y el lenguaje simbólico (como las imágenes y el Tarot, desde una mirada junguiana).
Mi propósito es acompañarte en el camino de (re)conocerte, darle sentido a tu experiencia y construir una vida más auténtica y plena.